miércoles, 25 de febrero de 2015

Mujer virtuosa

¿Qué mujer no conoce hoy en día la belleza y el gran valor que tienen las piedras preciosas?  A quien no le gustaría poseer una prenda adornada majestuosamente con un diamante, un zafiro, una esmeralda, un rubí, una amatista, etc.

¿Cuánto valor y cuanta calidad aumenta en una prenda cualquiera, el poseer una o varias piedras preciosas incrustadas en su elaboración?

Dice la Biblia que el valor de una mujer virtuosa es mucho mayor que el de las piedras preciosas (fíjese que no habla de una piedra en singular, sino el de las piedras preciosas, en plural) o sea muchas piedras preciosas juntas.

Ahora veamos... ¿qué seria una mujer virtuosa? Aquella llena de cualidades valiosas, aquella que reúne las condiciones que Dios quiere que la mujer que Él creó tenga y espera de ella.  Aquella que agrada a Dios cada día de su vida, que su andar refleja a su Salvador y Señor; que es obediente a su Palabra, llena de gracia.

Has pensado alguna vez,  porque se pregunta el autor de proverbios: ¿quién la hallará? Será por ser difícil de encontrar. Porque definitivamente sí se puede encontrar. O será refiriéndose a lo agraciado que será aquel hombre que logre encontrar, y reconocer a una verdadera mujer virtuosa y la elija como su compañera.


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